OMNIA
La propuesta de reducir la jornada laboral en México a 40 horas semanales es un tema complejo que requiere un análisis profundo considerando la realidad económica y social del país, según dio a conocer Coparmex Juárez, al señalar que si bien la idea de mejorar la calidad de vida de los trabajadores es loable, su implementación exige una estrategia cuidadosa y gradual para evitar efectos contraproducentes. Un factor crucial para considerar es la alta tasa de informalidad laboral, que actualmente se sitúa en un 54%.
Implementar una reducción de jornada sin abordar este problema podría generar una mayor presión sobre el sector formal, incentivando la migración hacia la informalidad donde las regulaciones laborales son menos estrictas o inexistentes.
Por lo tanto, cualquier reforma en este sentido debe ir acompañada de políticas efectivas para la formalización del empleo. La propuesta de deducibilidad al 100% de las prestaciones laborales es un paso positivo que podría incentivar a las empresas a ofrecer mejores condiciones a sus empleados, compensando parcialmente el posible aumento en los costos laborales derivado de la reducción de la jornada.